A pesar de ser considerado por muchos, durante años, un nombre despectivo, el apelativo de Siberia Extremeña no deja indiferente a todos aquellos que la escuchan por vez primera.
Sobre el origen del nombre de la comarca no hay acuerdo; pero si suscita un gran interés. Las diferentes versiones que han intentado explicar esta denominación han sido las siguientes:
El nombre le fue impuesto por el XII Duque de Osuna, que a mediados del siglo XIX pasó más de diez años como embajador en Rusia.
También pudiera ser porque la comarca sirvió de refugio a políticos y religiosos. Así en el siglo XVIII estuvieron desterrados aquí el cura Francisco Rodríguez Corcho y el poeta Gerardo Lobo; en el siglo XX el médico Pedro Vallina…
También pudiera estar relacionado con la palabra Silverio, modismo local alusivo al carácter boscoso y arbolado del territorio.
El nombre se debe al parecido que guarda con la región de Rusia. En cuanto a la falta de vías de comunicación, a su aislamiento, marginación y abandono.
Esta versión parece la más creíble documentada ya en 1.908 en un artículo del Correo de Madrid y en el Noticiero Extremeño.